Tres Estrategias para Manejar la Culpa en la Maternidad
Las mamás nos sentimos culpables por todo! Dicen que la culpa viene con el cargo y que siempre va a estar ahí.
He visto a tantas mamás, de tooodas las edades, trabajar sus culpas en terapia. Pasamos varias sesiones limpiando su campo energético de esta vibración dolorosa, que sólo sirve para recordarte lo que estás haciendo mal.
La culpa es densa y pesada, y en este artículo te comparto tres estrategias que puedes practicar para empezar a liberarte de ella.
ESTRATEGIA 1: Aprender, Agradecer y Soltar para sanar la culpa de mamá
Responde lo primero que viene a tu mente con esta pregunta: ¿De qué te sientes culpable hoy?
Y luego de responder eso, revisa:
¿Tiene algo que enseñarme esta culpa? ¿Puedo hacer algo diferente con esta situación? Y OJO, que “puedo” significa que está en mis posibilidades, que tengo tiempo y energía y herramientas para llevarlo a cabo. Porque si mi vecina hace algo distinto, pero tiene otras condiciones y herramientas, no es lo mismo! Quizás ella sí puede y yo no.
Luego de revisar, toma uno de estos dos caminos:
- Si es que hay algo que puedes aprender o cambiar de esta culpa, dile:
“Gracias culpa por mostrarme esto. Yo voy a hacer este cambio, este aprendizaje. Ya no te necesito. La energía que estaba dirigiendo a sostener este dolor, ahora la necesito para hacer este aprendizaje”
Luego lo anotas por todas partes, lo repites, lees sobre el tema que quieres aprender, lo revisas en terapia, lo que sea que necesites para incorporar ese aprendizaje.
- En cambio, si no hay nada que puedas hacer para aprender o cambiar esta culpa, dirás:
“Gracias culpa por mostrarme este dolor. Pero no hay nada que yo pueda hacer para cambiar esta situación, esto no es algo que yo pueda controlar. No necesito que encima me duela. Por eso: YO ME PERDONO esta falta de control, esto que no puedo cambiar. Me perdono los errores, las ausencias, las faltas. Y también perdono a todos los demás que no me están apoyando a poder cambiar esto, la familia ocupada, la tribu ausente, la sociedad que me hace invisible, las políticas que endurecen mi vida
"Necesito la energía que he estado usando para sostener este dolor. La necesito para sanar mis heridas y generar otras instancias de mi vida llenas de eso que esta situación me está quitando. Por eso yo me perdono y libero esta energía de culpa.”
Recuerda que no es tu responsabilidad tener todo bajo control ni generar bienestar para todos. Hace rato que la mamá superhéroe pasó de moda, porque su salud mental se fue al balde. Ahora somos mamás humanas y reales. Con dolores y aprendizajes. Con muchas cosas excelentes en las cuales invertir nuestra energía.
¿Te pasa a veces que gastas más energía en sentirte culpable por cosas que no puedes resolver, en vez de en hacer cosas reparadoras y geniales por ti y por los que amas?
ESTRATEGIA 2: Reconocer si realmente soy culpable para limpiar la culpa de mi energía
Hace 15 años atrás mi terapeuta y ahora amiga Sofía Vera me explicó lo siguiente:
Una persona es CULPABLE cuando ha causado un DAÑO, y cuando ese daño ha sido A PROPÓSITO, con intención de daño. Por eso en los juicios se tiene que demostrar intención para que alguien sea culpable.
Y mi mente explotó.
Entonces me dije: ¡¿Cuántas veces me siento culpable de situaciones en las que no hay un daño real?!
Porque a veces imaginamos daños que no son, imaginamos que nuestros hijos quedarán traumados si los dejamos llorando en el jardín, o que tendrán diabetes si esta noche cenan yogurt con cereales en vez de legumbres.
Y luego me pregunté: ¿Yo realmente quería generar un daño cuando hice esto o dejé de hacerlo y alguien salió lastimado?
Y bueno, resulta que, a menos que seas una persona muy cruel, la mayoría de las veces tomas decisiones con otra intención: dejo a mi hijo llorando en el jardín porque tengo que ir a trabajar y porque él necesita educarse. Le doy cereales de cena porque necesito cuidarme y estoy cansada, y prefiero usar esa energía para tratarlo con amor que gastármela cocinando.
Entonces me dije: OH MI DIOS! ESTOY GASTANDO TANTA ENERGÍA EN SENTIRME CULPABLE POR COSAS QUE NO SON MI CULPA
Por supuesto que muchas de las decisiones que tomas generan dolor y tienen consecuencias en la vida de los demás, y puedes buscar minimizar esos dolores dentro de lo posible, pero sin dejar de buscar también tu propia salud.
Si sólo tomas decisiones buscando minimizar el dolor de los otros, entonces vivirás en función de ellos, esperarás que luego te devuelvan toda esa dedicación, y cuando no lo hagan (porque están más sanos que tú #sorrynotsorry), terminarás CULPANDO a los demás de todo lo que dejaste de hacer o vivir por ellos (¿Entiendes la ironía?).
El dolor es parte de la vida, todos lo sentimos. No es terrible. Es humano. Cuando tus decisiones duelen a los que quieres, los consuelas y acompañas. Buscas instancias de reparación y reconexión si corresponde. Pero no cambias las decisiones si éstas son importantes para ti. Y tampoco te cargas de culpa agotadora.
Espero que esto también te alivie la mente y el corazón como me alivió a mi hace tantos años ya.
ESTRATEGIA 3: Cambiar el discurso para dejar de sentirte culpable como mamá
Hice una encuesta en Instagram preguntando por qué cosas las mamás se estaban sintiendo culpables.
Y salió de todo. Por comer mal, por no cuidarse, por pasar poco tiempo con sus hijos o parejas, por comer demasiado, por no hacer deporte, por descuidar el trabajo, por comer carbohidratos (sí, la comida salió más veces que nada).
Resulta que la mayoría de las cosas que nos generan culpa son cosas que pensamos que deberíamos tener resueltas o bajo control y que no logramos controlar.
Porque nadie contestó: “Me siento culpable por no estar salvando a los niños con hambre en África” o “por no estar estudiando para ser astronauta”
Todas son cosas que tú piensas que DEBERÍAS hacer. Pero no estás pudiendo, porque si pudieras las estarías haciendo no? Entonces resulta que estás SOBREVALORANDO tus capacidades en este minuto. Te pones sistemáticamente responsabilidades encima que EN ESTE MOMENTO DE TU VIDA no puedes abordar.
¿Te parece cambiar el discurso? En vez de decir “debería adelgazar” reemplázalo por “me alimento lo mejor que puedo en este momento de mi vida”. En vez de decir “debería pasar más tiempo con mis hijos” reemplázalo por “paso hermosos momentos con mis hijos según la energía y tiempo que tengo en este momento de mi vida”.
La frase “en este momento” te quita presión y ansiedad de encima. Que no lo hagas hoy, no significa que no sea algo importante para ti, sólo significa que eres una mujer inteligente que conoce sus prioridades y limitaciones. Hoy no tengo tiempo/energía/herramientas para esto, pero más adelante quizás sí.
Quizás en 5 años más te inscribes al gimnasio, o generas un proyecto para los niños de África, ¿no sería hermoso?. Pero por favor deja de atormentarte por no estar en eso ahora.
Ya estás haciendo lo suficiente
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